Vale, tenéis razón... ¡¡¡Menudo sueño!!! jajajajaja Como os podéis imaginar no llevo tanto rato durmiendo...¿¿¿o si??? jajajaja
Bueno...mejor os cuento el final de nuestro camino, que os adelanto desde el principio, que es imposible describir con palabras...
Partimos desde Arzúa un poco destrozados por la etapa anterior, esa que era tan "llevadera" pero larga...jajaja No hubo más remedio, la familia Asís se dividió en dos grupos...jejeje Por cierto, que a lo largo del camino se debió escapar algún puma con un rotulador que iba dejando mensajes por todos los "mojones" del camino... Para aquellos que no habéis estado nunca en el camino, los mojones son unos "pedazos" de piedra que usan para señalar el camino, bien con el kilometraje, bien con la dirección.
Con tiempo y esfuerzo llegamos a O Pedrouzo a un alojamiento al que seguro que no volvemos, no os preocupéis... :D. Una parada totalmente de tránsito antes de llegar a Santiago, de echo, muchos peregrinos deciden aúnar las dos últimas etapas en una sola y llegar de tirón aunque más cansados a ver al Santo. Nosotros, que en el fondo no tenemos prisa ( o más bien que no podíamos más... ) decidimos hacer las etapas tal y como las recomiendan.
En O Pedrouzo había una gran multitud de peregrinos, tantos que el albergue público estaba a reventar, por lo que decidimos salir temprano a la mañana siguiente para culminar nuestra última etapa, he de reconocer que teniamos bastante miedo de que la fila para recoger la Compostela fuera inmensa. Así que a las seis y media de la mañana, la familia Asís estaba de camino, con solo una dificultad, era totalmente de noche y el primer tramo del camino transcurre dentro del un maravilloso bosque de eucaliptos (maravilloso debía ser de día, porque en medio de la oscuridad... para que contaros!!! ) en medio del cual no se veía nada, y eso que nuestra Pilgrim "M" nos había traído una linterna, pero vamos, como si se la hubiera dejado en casa...
La verdad que a pesar de ser tan temprano nos cruzamos con un montón de peregrinos que debieron pensar como nosotros...Se trata de una etapa que aunque no es muy bonita en sus paisajes, es muy bonita en su significado, en esta última etapa, cruzamos el rio Sionlla, donde los peregrinos lavaban sus ropas ante la próxima llegada a Santiago, o el Monte Do Gozo donde los discípulos del Apóstol Santiago domaron a los toros bravos que trasladaron el cuerpo del Santo y desde dónde, además de rezar en la capilla de San Marcos, podemos divisar una maravillosa vista de Santiago de Compostela, punto culmen de nuestra peregrinación. Digo que podemos divisar, no que lo hayamos hecho... a nosotros que nos va el riesgo, además de decidir adentrarnos a oscuras en bosques de eucaliptos, el madrugón nos permitió disfrutar de un maravilloso amanecer y una maravillosa bruma mañanera sobre Santiago, por lo que se dice ver, no vimos mucho.
Lo mejor sin lugar a dudas es ver Santiago, ver su entrada y el comienzo de sus calles que parece un camino eterno hasta llegar a la preciada Plaza del Obradoiro. Una entrada maravillosa, todos a la vez, hubieramos llorado de la emoción, pero como no podía ser menos en la familia Asís, la bromas llenaron el momento de risas. Pero en el fondo... ¡¡¡Fué un momento inolvidable!!! Al entrar vimos a un montón de rostros conocidos, incluso nuestro amigo coreano que por supuesto nos reconoció... La cara de todos brillaba de emoción e ilusión, parecía que no lo íbamos a lograr, pero sí, todos y cada uno de nosotros, como una gran familia, a la vez, al mismo tiempo, conseguimos recorrer todos los kilómetros que distaban del final de nuestro peregrinaje.
El resultado, después de muchos días, es claro, todos y cada uno de nosotros, además de conocernos más y querernos más si eso era posible, nos ha dado tiempo de pensar en nosotros, en nuestra vida, en lo que es más importante, los que nos preocupa, nuestro "pandemonium"... :D Es una experiencia que sin lugar a dudas queremos repetir, solos, pero también en compañía de la nueva y prometedora familia Asís...¡¡¡os esperamos al año que viene!!!
