¡¡¡Vaya día más movidito!!! Hoy ha tocado ejercitar los
músculos y nos hemos ido a hacer un trozo (mini trocito más bien) del Camino de
Santiago. Después de un buen desayuno y prepararnos bien, salimos hacia Grañón,
el objetivo era pasar el día allí haciendo juegos.
Como no hacía calor la marcha fue bastante amena la verdad y
en poco más de hora y media llegamos a nuestro destino y, aunque parezca
increíble...¡¡¡NO SE MURIÓ NINGUNO!!! Son capaces de desplazarse sin metro,
tranvía, autobús o coche!!! Jajajaja
Al llegar, y después de descansar un rato, comenzamos nuestras clases de levitación, conjuros, transformación... para convertirnos en unos buenos magos. Claro que todo buen mago que se precie, le gusta disfrutar de una buena comida y, para buena, la nuestra: Lasaña, escalopines de ternera rebozados con patatas fritas y Actimel. Vamos que por aquí recobraron fuerzas todos!!!
De todas formas lo mejor del día estaba por llegar... Hacía un día estupendo, sol, nubes, ni frío ni calor... Así que comenzamos el juego de la tarde, pero la cosa se iba poniendo cada vez más negra, el cielo, se entiende... Así que, por si las moscas, paramos de jugar y emprendimos camino de vuelta. Todo trascurría sin ninguna novedad (salvo por el hecho de que parecía que estábamos haciendo la media maratón más que caminar tranquilamente...) y cuando ya habíamos llegado a Santo Domingo y estábamos a diez minutos de casa... ¡CHAPARRÓN QUE TE CRIÓ! Dicen que fue por alegrarnos tan pronto de no habernos mojado... En fin, nada que no se pudiera solucionar con una buena carrerita y una graaaaaaaan ducha de agua caliente. Nos quedamos como nuevos! Aquello parecía un spa, entre la humedad, el vapor de las duchas, los secadores, las cremas... vamos faltaban los masajistas por lo demás...
Una vez que estábamos todos relajados, era el momento de darle las gracias a Dios por lo bien que nos lo habíamos pasado a lo largo del día.
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