Al llegar a Santo Domingo algunos nos hemos reencontrado con gente a la que no veíamos desde hace casi un año... ¡Qué ganas de abrazarnos! Y es que estas colonias tienen un algo especial, que hace que cada año queramos volver y que cada año queramos ser aún más.
Después de hacer unos juegos en el patio, hemos ido a comer a la plaza del ayuntamiento y allí hemos tenido tiempo libre por el pueblo. Algunos han decidido animar a la roja (aunque de poco ha servido) y otros han decidido conocer el pueblo acompañados de los que se convertirán en sus nuevos amigos. No os hemos contado que hemos ido por el pueblo con unos dorsales con nuestros nombres, como si de una carrera se tratase.... pero aún no sabemos muy bien que pasa con ellos... solo que los debemos conservar hasta por la noche.
Por la tarde ya solo nos ha dado tiempo de hacer un par de cosas. La primera de ellas, y para conocer un poco más Santo Domingo, hemos jugado a una especie de Oca pero sobre Santo Domingo "El juego del Santo" y... "de Santo a Santo y tiro porque yo canto". Después, hemos ido a la capilla a ver una película; "Titanes, hicieron historia", una película que, a simple vista, no nos dice nada pero que cuando ponemos el corazón en ella podemos ser capaces de ver muchos valores y de incluso encontrar a Dios en los pequeños detalles.
Y por fin llegó la velada de la noche. Ha sido muy divertida porque todos los que estábamos ahí hemos tenido que participar y luchar como grupo por conseguir más puntos que nadie, para poder encontrar las cintas que nos permitían participar en la Asis Spartan. Y es que aún no os hemos contado que las Colonias 2018 son una gran competición, la "Asis Spartan", en la que sólo puede quedar uno y no basta con ser el mejor.
Os iremos contando más detalles mañana. Hoy ya estamos en la cama, bastante agotados, y tenemos que recuperar fuerzas porque mañana parece ser que va a ser un día muuuuy duro.
Buenas noches, pequeños guerreros.
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