EPÍLOGO.
Habían pasado diez años desde aquella esperada primavera en
Selonsville.
Al igual que los médicos no sabían por qué la niña había
entrado en coma, acogieron con sorpresa su regreso al mundo de los despiertos.
Ninguna primavera fue como la de 1956, donde habían abierto
nuevos comercios y se había propagado la creencia de que todo saldría bien.
Michel había abandonado el orfanato y vivía encima de la
tienda donde había empezado a trabajar de aprendiz de boticario.
Michel repartía su felicidad
todo aquel que se lo permitiera en Selonsville, pero guardaba en lo más
profundo una secreta pena. Poco después del “milagro de Eri”, Herminia había
desaparecido y no había vuelto a saber de ella.
Él la imaginaba anciana y frágil hasta que un día creyó
verla sentada en unas escaleras. Michel y Eri corrieron sin parar para
abrazarla.
-¿Qué
haces aquí vestida como una mendiga?
-He
venido por dos motivos. Uno es la nostalgia. Tras diez años de comodidades me
apetecía volver a un sitio donde fui feliz a pesar de todo. Pero hay un motivo
mas importante aún…este chal de lana fina.
Los ojos de Eri y Michel observaron una tela azul sobre la
que la anciana había tejido 10 frases.
-Bueno,
me ha dicho un pajarito que mi joven amigo se ha echado novia y tiene planes de
boda. El regalo de boda que os voy a hacer es más importante que todas las
riquezas que podáis amasar con vuestro esfuerzo. ¿Todavía guardas el corazón
chiquilla? En todo caso, lo que he estado tejiendo no es para vosotros, es para
la habitación de vuestros hijos. No hace falta esperar a que se encuentren
entre la vida y la muerte para que entiendan el camino del corazón.
La joven pareja se acercó a las hiladas para leer los
secretos que ni ellos ni los suyos iban a olvidar jamás.
Los diez secretos del amor:
I.
Si no te enamoras de la vida, la vida no se
enamorará de ti.
II.
El amor es una conquista constante
III.
Los hijos son nuestros maestros en la vida
IV.
Al elegir los amigos, elegimos nuestra familia
espiritual.
V.
Los animales nos enseñan a ser humanos
VI.
La naturaleza es nuestra primera casa
VII.
El sabio se conoce por todo lo que ama
VIII.
Un corazón grande alberga a todos los demás
IX.
No importa lo que eres, sino lo que llegarás a
ser
X.
No solo hay que dar amor, también hay que
expresarlo
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