Y así seguimos nosotros, caminando, en ambos sentidos. Nos hemos ido a vivir otra experiencia. Hemos tomado camino de Hervías, (un pequeño pueblo del valle del Oja cerquita de Santo Domingo), lo primero una parada en Bañares a pasar la mañana jugando en la arboleda y después de una buena comida, tomamos camino de Hervías.
Al llegar a Hervías, lo mejor del día: ¡la piscina!
¡Y por la noche después de la verbena nos hemos quedado a dormir allí en el frontón!
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