Otra etapa más que llevamos a nuestras espaldas. El día volvía a comenzar muy pronto. La etapa de hoy era un poquito más larga que la de ayer y, además, aunque hemos empezado a andar con mucha niebla, pronto ha salido el sol en todo su esplendor.
Palas de Rey nos esperaba y estábamos ansiosos por llegar. Es por eso que la etapa se nos ha hecho un poco "pesada" pero nos ha permitido conocer a gente por el camino que simplemente caminaban a la par que nosotros.
Al llegar a nuestro destino, nos hemos duchado y hemos ido a comer. Antes de subir a descansar, nos hemos juntado unos minutos todos juntos para hablar sobre la credencial, ese documento que todo peregrino porta y que acredita los lugares por los que pasamos, pero que no dice nada de nosotros. Así, hemos aprendido que cada uno de nosotros tiene su propia credencial, la que dice realmente cómo es esa persona y la que le describe a la perfección.
Después de un rato de descanso, hemos ido a la misa del peregrino. Ha sido toda una experiencia para compartir.
Tras la cena, nos hemos reunido todos otra vez para dar gracias a Dios por darnos esta oportunidad de estar aquí porque, aunque no nos demos cuenta, somos unos privilegiados por poder disfrutar de esta experiencia y de compartirla todos juntos y debemos aprender a dar las gracias a todos los que la han hecho posible.
El horario "pilgrim" nos reclama y debemos acostarnos ya. La etapa de mañana esperemos que sea más llevadera, puesto que es un poquito más corta, pero no por ello esperamos disfrutarla menos.
Buenas noches.
¡¡BUEN CAMINO!!
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