Ayer buscábamos la entrada a la antigua ciudad de Petra, para eso nos trasladamos hasta Logroño. Primero fuímos al Parque del Ebro a resolver los acertijos que nos darían la clave para abrir la ciudad. Allí les convencimos de que nos íbamos a quedar a pasar la tarde y bañarnos en el Ebro, así que os podéis imaginar la cara que pusieron cuando vieron la piscina a la que fuímos.
Ya os podéis imaginar lo bien que durmieron anoche... No pararon en toda la tarde, entre el fútbol, la piscina, los toboganes, "aquaerobic"... ¡Vaya cansancio acumularon!
Al llegar de nuevo a Santo Domingo, una buena cena y un ratito de acordarnos de Él. Entre todos contruímos el corazón de la colonia, no lleno de estrellas, sino de nuestros recuerdos y nuestro cariño.
Hoy aunque no hemos ido a la piscina, también ha sido un día de mucho jaleo. Yo no acierto a saber que es lo que ha pasado, pero aquí todo el mundo ha bajado a desayunar en pijama. Luego han estado con la ropa puesta del revés, han empezado el día con la velada, lo han terminado cantándole a San Fermín... No se qué cuentan de alguien del monte Machu Pichu que han matado y que los peruanos se han vuelto locos del todo...
Yo no entiendo nada, ahora celebran que han encontrado al asesino, ¿Pero a quién han matado?
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